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domingo, 29 de mayo de 2016

Directo a la “Friendzone”.

Por: Sarita Aranda y Bernardita Rodríguez

En el libro de Fiódor Dostoievski “Noches Blancas”, podemos presenciar en el inicio muchos puntos claves que nos dicen que esta novela, tocará en diferentes aspectos al amor pero, el final nos muestra que el muy esperado romance entre nuestros protagonistas fracasa rotundamente y queda claro que Nástenka prefiere a su antigua opción ante nuestro muy querido narrador, que ciegamente la apoyo. ¿Nástenka amó a nuestro narrador en algún momento, o habrá sido la desesperación y tristeza de haber sido “abandonada”?

En el inicio de la cuarta noche al no tener respuesta de su prometido Nástenka decide confesarle “su amor” a nuestro protagonista y luego le pide matrimonio.”si se compadece usted de mí, si no quiere dejarme abandonada a mi suerte, sin consuelo y sin esperanzas, si desea amarme como me quiere ahora, le  juró que mi gratitud...que mi amor acabará siendo digno del suyo…¿Acepta usted mi mano?”. Esta cita representa la desesperación que tenía Nástenka, aquí se muestra que ella al estar en un estado en el cual su prometido no le da una respuesta decide utilizar los sentimientos de su amigo para no sentirse triste.
Uno como lector de esta novela se da inmediatamente cuenta que “el amor” de Nástenka  era prácticamente por pena, y al sentir un cariño de amigo, ella lo confunde y piensa que el amor por su  antiguo pretendiente puede “borrarse”. Nosotras pensamos que uno poniéndose en el papel  de nuestro protagonista, al sentir tanto amor por otra persona, en donde Nástenka, no está en un estado consciente es bastante irresponsable por su parte, porque después se dará cuenta que fue una ilusión. En el caso de Nástenka, pensamos que ella fue un tanto cruel al ilusionar a su amigo, aunque ella tuviera la intención de casarse, ella nunca hubiese sido feliz.”-Yo sigo queriéndole a él; pero esto pasará, no puede no pasar; ya voy notando cómo se extingue…”,

Podemos decir que gracias a la irresponsabilidad y crueldad de enamorar y dar esperanzas de algo que no va a pasar, nunca va a ser la mejor opción, el mayor afectado será el ilusionado y el causante sentirá tristeza, pero mucha menos y mientras este disfruta su felicidad el otro sufrirá sus penas.“¡Dios mío, qué grito! ¡Qué temblor se apoderó de Nástenka! ¡Cómo desprendió de mi mano y voló al encuentro de él! Yo les contemplaba abatido. Pero ella, apenas le dio la mano y se arrojó a sus brazos, se tornó de nuevo hacia mí, salvó la distancia que nos separaba con la velocidad de un relámpago, más rauda que el aire, y, antes de que yo me diese cuenta de lo que sucedía, me echó los brazos al cuello y me dio un beso ardiente, apretado, tras lo cual, sin pronunciar una palabra, volvió junto a él, lo agarró de la mano y se lo llevó consigo.
Permanecí un buen rato viéndoles alejarse. Finalmente, desaparecieron de mi vista.” En esta cita se puede ver muy claro la despedida entre nuestros personajes principales, podemos ver que finalmente el amor tan esperado por nosotros los lectores se convierte finalmente en nada; un vacío que todo el mundo puede sentir y recordar.

1 comentario:

  1. Compañeras, encuentro que su columna de opinión esta excelente, cumple con todos los requisitos pedidos y está muy clara. Uno puede entender bien al punto que van y a lo que quieren referirse. Está muy bien estructurada y muy bien escrita cosa que eso hace que sea muy fácil de leer y comprender. Personalmente estoy de acuerdo con todos los puntos tocados en su columna. Quizás la no fue la intención de Nástenka ilucionarlo pero con bien dijeron ustedes lo hizo prácticamente por desesperación a no estar sola.

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