¿Buena suerte o mala suerte?

Por Valentina Orellana

¿A veces no han reflexionado sobre por qué hay gente que por hacer exactamente lo mismo que otra persona terminan con un resultado distinto?¿Se les ha ocurrido pensar que tal vez es por un tema de suerte?, pero… ¿Qué es la suerte?

La mayoría de las personas relacionan la suerte con obtener resultados positivos en  un suceso que quizás podría parecer poco probable, pero es muy importante saber que la suerte no siempre se trata de algo bueno, pero a ese caso se le llama mala suerte, como por ejemplo la situación de Regina, ella estaba finalizando la preparatoria, junto con su mejor amiga Fernanda.

Regina elige un vestido para su graduación y le cuenta a su mejor amiga, quien le dice que para lucir mejor necesitara adelgazar, dando la idea de que las dos se sometan en una dieta.

“De la panza que tenía en Ixtapan de la Sal ahora sí ya no queda nada.[…] Y en cambio lo único que yo logro con el ejercicio que hago es que me duelan los brazos todo el tiempo por cargar a Joey.” Acá empezó uno de los problemas, ya que, Fernanda empezó a notar que aunque haga la misma dieta que su amiga no lograba obtener los mismos resultados, por lo que empezó a tomarse la dieta más en serio, provocándole un problema de gastritis, causando que su pediatra le prohibiese seguir con la dieta. En mi opinión en este caso Fernanda tuvo buena suerte, al tener este tipo de “lección”, que era como una señal para que detuviese la dieta, y que no pase a mayores.

Luego en el año nuevo Fernanda se quedó en casa de Regina para celebrarlo junto con su familia. La prima de Regina, Pilar, se acerca a Fernanda y le cuenta sobre la preocupación que tenía frente la situación de su prima, “Me preocupa, no es normal que haya bajado de peso de esa manera.[…] Una cosa es bajar de peso y otra convertirse en un esqueleto forrado.[…] Yo he visto en la universidad a muchas que hacen esa clase de dietas, y se puede convertir en algo mucho más peligroso. En serio.” En esta situación Fernanda y Regina se “ganaron” la buena suerte, porque ninguna de las dos se había dado cuanta del peligro que corría Regina, tal vez Regina si, pero no hubiese hecho nada al respecto, de no se por su prima, quien le “abrió los ojos” a Fernanda, la cual se preocupó e investigo sobre la posible enfermedad que su mejor amiga podría tener.

La madre de Regina apoyaba la idea de la dieta que estaba haciendo su hija e incluso estaba orgullosa de lo delgada que se encontraba, dejándole a Fernanda como única opción conversar directamente con Regina sobre este asunto. En este caso la madre fue egoísta al poner la apariencia por sobre la salud de su hija, “Odie a sus papás, que celebraban con un coctel privado en su cuarto mientras su hija pesa cuarenta y dos kilos.” En esta ocasión se puede apreciar la mala suerte que tuvieron ellas, puesto que, los padres de Regina no se daban cuenta del daño que estaban causando al no hacer nada al respecto.

Cuando finalmente Fernanda encontró la oportunidad de tocar el tema le menciono el cariño y la importancia que tenía Regina para ella, “Te veías superbién al principio cuando adelgazaste[…] Pero ya se te pasó la mano cañón, y me preocupa que te vayas a enfermar.” En esta circunstancia Regina tuvo mala suerte, a causa de que ella se había excedido con la dieta, no solo empeorando su estado físico sino que también su salud peligraba, y debido a que los padres de Regina no se daban cuenta del daño que estaba provocando al no hacer nada al respecto. Al mismo tiempo tuvo buena suerte al tener a Fernanda ahí acompañándola y ayudándola.

Al llegar la graduación Fernanda notó que Regina seguía con apariencia de un esqueleto forrado, y se dio cuenta de que aún seguía con el mismo ánimo y desorden alimenticio, lo que causó que Fernanda trató de subirle el ánimo, cuando se dio cuenta de que Regina no podía ni mantenerse en pie, por lo que la llevo a su casa, en donde trato de alimentarla, pero ella no aceptó, de manera que, está quedó inconsciente , y Fernanda asustada llamó a su pediatra, que le dijo que llamara inmediatamente una ambulancia. Regina tuvo buena suerte, dado que Fernanda estuvo siempre apoyándola, e incluso hizo todo lo que pudo, pero, por otro lado mala suerte, porque su enfermedad llego muy lejos.

Fernanda no entendía por qué Regina terminó con estos problemas y ella no, si es que las dos empezaron juntas esta dieta y su mamá le respondió que fue por suerte, pero que pudo haberlos tenido. ¿Buena suerte o mala suerte? Buena suerte para ambas, a Regina, porque, pudo haber muerto, pero se salvó, debido a que, su amiga llamó a una ambulancia, y a Fernanda, ya que, ella también pudo haber sufrido de anorexia, pero “por suerte”, no.

Con respecto a que se dieron cuenta del peligro muy tarde, cuando Regina lo creía una “nueva forma de vida” en este caso fue mala suerte, porque le va a costar mucho más trabajo volver a la normalidad. “[…]uno no sabe lo que tiene hasta que ya no lo tiene.”, mala suerte para Fernanda que deberá sentirse terrible por no haberse dado cuento del grave problema de su mejor amiga.

La suerte es relativa, no solo de la ocasión, sino que también del punto de vista en el que uno está mirando, sin duda la mala suerte le llega más a unos que a otros, lo mismo pasa con la buena. Uno no sabe en qué circunstancias de la vida tendrás cada una de ellas, o si es mucha o poca, por eso con el más mínimo detalle uno tiene que sospechar e investigar, para que no sea muy tarde como pasó en el caso de Regina. Quizás no haya sido muy tarde como para llegar a perder la vida, pero uno no sabe si puede volver a la “normalidad”. En este caso la buena suerte sería haber prevenido, antes de lamentar.