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sábado, 13 de mayo de 2017

Todo el día, es algo de locos

“El amor en tiempos de cólera” novela escrita en 1985 por Gabriel García Márquez, un novelista colombiano. Esta novela nos relata sobre una vida llena de amor. Pero en este caso el amor era visto como un cierto modo de vivir. En esta novela, el amor era confundido por el cólera. Ya que padecían de los mismos síntomas. Así es como relacionamos el título con la obra. En mi opinión, el amor nos puede llevar a hacer cosas impensables. Nos vuelve en otra persona. Cuando uno ama tanto a alguien uno siente cierta cercanía hacia una persona. Hay momentos que esa cercanía se transforma en un impulso y nos transforma en esta criatura que lo único que quiere hacer es estar junto a esta persona, verla y vivir en su presencia. Esta obsesión es vista dentro de la relación de Florentino Ariza un joven enamorado dela joven de trece años Fermina Daza. La pregunta es, ¿el amor nos vuelve locos?
Este amor comenzó en una edad prematura. Sin conocimiento de lo que es sinceramente estar enamorado. Cuando este amor comenzó, fue nada más que una simple conexión mutua al mirarse directamente a los ojos. Hay veces que uno con la simple mirada se enamora. Amor a primera vista lo llaman hoy en día. Ese amor para mí si existe. En este caso el amor nos lleva a pensar en esa persona especial todos los días del año. Queriendo volver a verla. Esto fue lo sucedido con la relación de Florentino hacia Fermina. Florentino no se detuvo. Él sabía que ella era el amor de su vida. Todos los días él se sentaba en la plazuela al frente de la casa de Fermina esperando poder verla. Nunca se detendría hasta poder finalmente tener un contacto, en este caso a distancia con esta niña. Todo esto que venía de Florentino interpretaba una fidelidad a Fermina. El quería entregarle su cuerpo a ella. Por lo tanto, cuando le pide matrimonio él dice “Si antes de conocer el amor de Fermina Daza no había caído en tantas tentaciones al alcance de la mano, mucho menos iba a hacerlo cuando ya era su prometida oficial” (pág 117). Esto acá demuestra la conexión que el sentía hacia Fermina. Para el ella era su vida. Su droga. Su única manera de seguir adelante.
Florentino, en el avance del tiempo les escribía cartas a Fermina, en el cual le entregaba todo el amor en su  máxima expresión. Esto demostró la potencia de los sentimientos del amor que venía de Florentino.  En el tiempo estas cartas se transformaron en una simple conversación que estos dos amantes no podían tener en persona, una de las razones de porque estas cartas se transformaron en la única manera de poder comunicarse fue por la restricción que ponía Lorenzo Daza (padre de Fermina) y la tía de Fermina. Florentino sufría por el amor, esta obsesión se volvió en una necesidad. En el paso del tiempo, Florentino fue acusado por espía cuando mandaba ciertas cartas a Fermina, y tomaron por concluido que él mandaba mensajes en clave de sol a los buques liberales que merodeaba por las aguas vecinas. “Que espía ni qué carajo-dijo Florentino Ariza-, yo no soy más que un pobre enamorado” (pág 108) Acá demuestra el sufrimiento que venía de Florentino. Utiliza la palabra “pobre” para demostrar que estar con la persona que uno quiere es difícil. En especial cuando tu vida depende en esto.
El amor entre Florentino y Fermina tenía limitaciones cuando se hablaba de expresar este amor. Estas limitaciones venían del padre de Fermina, Lorenzo Daza. Florentino se encuentra en varias circunstancias teniendo que enfrontar al padre para poder simplemente expresar el amor que él desea entregarle a Fermina. Tal como dije, este amor constituía de una cercana obsesión. Por lo tanto, Florentino, al amar tan profundamente a Fermina, haría lo que sea para estar con ella por siempre. Esto llevo a Lorenzo Daza a o reaccionar en torno a lo que él pensaba sobre la relación de estos dos amados. A Lorenzo no le afectaba el hecho que Fermina no esté de acuerdo con lo que él piensa de la relación. Por eso mismo, al momento de que Lorenzo amanaza a Florentino con pegarle un tiro, Florentino le dice que piense en Fermina, y que escuche lo que ella piensa al respecto. Lo más relevante y lo que nos lleva a pensar que esta obsesión de Florentino hacia Fermina era potente fue cuando Florentino llega y le dice a Lorenzo; “Péguemelo, no hay mayor gloria que morir por amor”. (pág 124).  Al decir esto, uno puede inferir que el amor visto en este caso era un amor grande y fuerte. El haría lo que sea por Fermina.
Una desintegración de la realidad, así es como se sentía Fermina cuando Florentino se fue en busca del barco hundido. Ella nunca sintió tanta cercanía a Florentino, tanto como el hacia ella. Esto igual al pasar el tiempo la llevo a esperarlo. Esperarlo para que se casen. Florentino soñaba con ella. Los primeros días de su separación. Tanto era la obsesión que llegaba a poder sentir la presencia de ella sin tener que verla. Él se imaginaba a ella ahí. “No volvió a dormir, y si a veces se sentaba a picar cualquier cosa era por la ilusión de que Fermina Daza estuviera en la mesa, o al contrario, para negarle el homenaje de ayunar por ella” (pág 212). Esta cita nos demuestra la falta de ella en la vida de Florentino. Para él, Fermina era una droga. Él no podía vivir sin ella sin importar cuanto trataba de olvidar. Pero luego, al cabo de algún tiempo este amor fue desintegrándose. Las ganas de estar con ella todo el día, pensar en ella todo el día. Respirar con ella todo el día. Se había disminuido, transformando todo lo demás en un mayor conflicto. Ya que Fermina lo espero para casarse con él. Ella decidió tomar esta expectativa porque ella ya se sentía completamente sola en el mundo. La compañía de alguien más le hacía falta. Por lo tanto tomo esta iniciativa.
En conclusión, todo el mundo tiene sus drogas. Para Florentino era Fermina. El haría lo que sea por ella. Todo esto nos conmueve a pensar, ¿el amor nos lleva a hacer locuras?, para mí opinión si, y por esta razón el amor es tan bello. Cada uno tiene su propio príncipe azul, al momento de encontrarlo, hay que preciarlo y dejarnos creer y darnos cuenta que la vida está compuesta por tantas cosas hermosas, tantas alegrías, tantos momentos que deberíamos sujetar por el resto de nuestras vidas. Por eso, la obsesión demuestra afección. Demuestra cariño. Demuestra que eres el mundo entero para ellos. Por esta razón, la obsesión no es algo malo. Tiene que ser controlado, así es como uno le gana el corazón al otro.



                                                                                                                                                   Maite Elacqua
                                                                                                                                                        

1 comentario:

  1. En un mundo donde es comun que la gente se enfoque en lo negativo, son textos como este, que quieren transmitir una moraleja o enseñanza los que lograran algun dia hacer de este mundo, uno mas feliz. Cuando terminas la columna de opinion con la oracion "...y darnos cuenta que la vida está compuesta por tantas cosas hermosas, tantas alegrías, tantos momentos que deberíamos sujetar por el resto de nuestras vidas" se nota que quieres contagiar un optimismo al lector para iluminar un poco el camino que recorre, por lo cual a parte de un valor literario, tu texto tiene uno "espiritual" y gracias a esto un mayor valor.

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