Por: Elisa Gamboa.
Gabriel García Márquez y su novela, “El Amor en los Tiempos del Cólera” me hizo entrar en una reflexión profunda acerca de lo que es el amor, dado que el autor nos desafía a considerar cuidadosamente todas las diferentes manifestaciones y facetas del amor. A través de este libro, he podido percibir, descubrir, que el amor no es siempre alegría, sino que puede ser muy doloroso, incluso puede llegar a ser una enfermedad grave y muy difícil de vivir y superar. El amor puede llevar a la muerte física, al suicidio o a la muerte emocional. En la novela queda absolutamente demostrado que en las relaciones de amor hay también dolor y sufrimiento. Esta idea es especialmente relevante, ya que hoy no se quiere sufrir en ninguna relación, ante algún problema o sufrimiento las parejas se separan fácilmente. Actualmente, el amor sigue siendo algo emocionante, hermoso, pero al mismo tiempo algo desgarrador, que puede llevar a la depresión o a experimentar mucha angustia. Es inevitable sufrir por amor, no solo en el amor de pareja sino que en el que se da en la familia, o con las amistades.
En la novela, el autor sugiere que la enfermedad del amor es una plaga comparable al cólera. Florentino, uno de los personajes principales, vive su amor por Fermina como una enfermedad tan peligrosa y dolorosa como el cólera.“Cuando Florentino Ariza la vio por primera vez, su madre lo había descubierto desde antes de que él se lo contara, porque perdió el habla y el apetito y se pasaba las noches en claro dando vueltas en la cama.” (pp. 39) . Florentino Ariza debe soportar tanto dolores físicos como emocionales debido a su amor por Fermina. Desde el comienzo pierde su voz y su apetito, y se pasa la noche entera desvelado. Así mismo, cuando Fermina no le responde su declaración de amor de inmediato, Florentino se enferma gravemente. Su madre llama a un doctor que inicialmente comete un error, confunde su enfermedad con el cólera. “Cuando empezó a esperar la respuesta a su primera carta, la ansiedad se le complicó con cagantinas y vómitos verdes, perdió el sentido de la orientación y sufría desmayos repentinos, y su madre se aterrorizó porque su estado no se parecía a los desórdenes del amor sino a los estragos del cólera” (pp. 39). García Márquez nos muestra a través de cómo vive su amor Florentino y lo que puede sucederle a una persona enamorada en su vida cotidiana. Puede volverse obsesiva, completamente dependiente, comenzar con problemas para dormir o comer. Hoy, en que tantas películas o comerciales sólo muestran el estado de enamoramiento como idílico, lo que nos plantea el autor tiene mucha importancia, no hay que olvidarse lo difícil y complejo que puede ser el amor, también nos ayuda a entender tanta violencia doméstica o asesinatos que aparecen en las noticias que pueden ser causados por los celos que se sienten en relaciones obsesivas y enfermizas.
Por otro lado, después de la respuesta de Fermina a su declaración de amor en el funeral de su marido, Florentino anda vagando más muerto que un muerto, a tal punto que su amiga Prudencia al verlo exclama; “Estás como para un entierro.” (pp. 407). En esta ocasión él no se enferma físicamente pero sí en el alma, en el corazón, parece que algo se muere dentro de él. Las depresiones en nuestra sociedad son las causas más comunes de licencias médicas o ausencia escolar, pues, muchas de éstas deben tener relación con dolores o “muertes” en el corazón por amor.
Por otra parte, Florentino complica su dolor emocional con mucho dolor físico. Come flores y bebe agua de colonia para conocer mejor y acercarse al olor de Fermina. Obviamente, se enferma violentamente y vomita. En este caso la enfermedad de Florentino trasciende lo físico a lo psicológico, no solo está enfermo del estómago, sino que está también desequilibrado mentalmente. “Florentino Ariza pasó el resto de la tarde comiendo rosas y leyendo la carta, repasándola letra por letra una y otra vez y comiendo más rosas cuanto más la leía, y a media noche la había leído tanto y había comido tantas rosas que su madre tuvo que barbearlo como a un ternero…” (pp. 43). Florencio come flores, hoy las personas en estos estados toman fuman o consumen drogas en exceso, como todos hemos experimentado alguna vez que nuestros dolores emocionales se transforman en dolores físicos, también cuando nos angustiamos nos duele la cabeza o el estómago. Cuando estamos sometidos al daño psicológico, comienzan las consecuencias físicas, dejamos de comer, o comemos ansiosamente, nos cuesta dormir, o dormimos más de lo normal, es decir, dormimos para olvidar, o no dormimos para reflexionar, cuestionarnos y pensar acerca de lo que vamos a hacer.
En el capítulo final del libro, Florentino le ordena al Capitán del barco en el que él y Fermina están viajando, anunciar falsamente, que hay un brote de cólera a bordo. Esta afirmación no es completamente falsa, porque Florentino ha sido infectado por una pasión enfermiza por Fermina desde el día en que él la conoció y le empezó a escribir sus cartas de amor. Florentino está literalmente plagado de amor. Nuestro mundo actual también está plagado de pasiones enfermizas que se ven reflejadas en las telenovelas.
Fermina, por otro lado, vive el amor con su marido como una rutina sin sentido, una enfermedad que le va matando el alma y el corazón y la deja tan vacía que debe llenarse con otras cosas como viajes y compras. Fermina Daza se siente “prisionera en la casa equivocada”, con un marido que la deja sola ante la trampa de “las cuñadas imbéciles y la suegra media loca”, (pp. 129). Así mismo, podríamos verlo con la vida tan agitada que llevamos todos hoy y lo cansados que estamos, hoy las relaciones pueden fácilmente convertirse en rutina, nos sentimos solos, deseamos más y nos estamos cuestionando constantemente acerca de si somos felices, o si estamos en el camino correcto, incluso en el matrimonio.
El amor de Fermina lo debe construir día a día. No le daba alegría, vida, sino que estabilidad. “Un día, en el colmo de la desesperación, ella le había gritado: “No te das cuenta de lo infeliz que soy”. Él se quitó los lentes con un gesto muy suyo, sin alterarse… y en una sola frase le echó encima todo el peso de su sabiduría insoportable: “Recuerda siempre que lo más importante de un buen matrimonio no es la felicidad sino la estabilidad” (pp. 188). Igualmente, aún hoy en el matrimonio se busca mucho la estabilidad, la tranquilidad económica, por encima de la felicidad. Como en la novela, hoy, las personas también se casan y tienen hijos más por tradición que por convicción propia. Muchas veces la gente ni se cuestiona acerca de los lazos que los unen, y es por esto que hay infidelidades, faltas de respeto, y falta de dedicación por ambas partes. Como plantea Eric Fromm, el amor es un arte, que exige dedicación día a día, pequeños detalles que marcan la diferencia. Acordarnos de esto nos puede ayudar a no caer en la rutina y el desencanto.
Este libro es más que un libro romántico, es un libro con bastantes enseñanzas, y mucha sabiduría. Gabriel García Márquez me ha hecho darme cuenta de que todo tipo de amor tiene su lado de insatisfacción, y podría llegar a hacer algo muy enfermizo si no lo sabes tratar, ni detener. A mí en particular me gustó mucho esta novela, ya que el autor logra transmitir algo muy único, acerca de algo que vivimos cada día, y que pasa siempre será importante. El amor no es algo del que podamos prescindir, por lo que es importante poder pensar en él. También me parece espectacular, la manera en que escribe el novelista, es inmejorable. Además es un gran poeta, y la forma en que intenta transmitir los hechos, pensamiento, metáforas, comparaciones y símbolos que usa son inimitables, increíblemente asombroso y un placer leer.
Me parece muy interesante y cierta la idea que planteó Elisa en el texto, ya que si el amor no es correspondido, lo más probable es que uno se vaya enfermando y deteriorando no sólo por fuera si no que también por dentro, como lo que le va pasando a Florentino a lo largo de la obra. También quiero destacar la forma de redactar que tuvo, encuentro que se entiende muy bien.
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