Por: Cristián Rodríguez
Florentino Ariza era
un personaje ante todo peculiar, ya que de lo contrario a una persona normal en
la actualidad, él no se dio por vencido, pasado muchísimo tiempo, para
conseguir a la mujer de su vida Fermina Daza, era un personaje que tenía sus
ideas claras y desde el comienzo hasta el final del libro nunca dejó de pensar
lo mismo con mucha obsesión y paciencia además de ser una persona inmadura y
egoísta.
«Florentino Ariza, en
cambio, no había dejado de pensar en ella un solo instante después de que
Fermina Daza lo rechazó sin apelación…»[1].Florentino nunca
dejó de pensar en Fermina ni un solo día, pero no de manera negativa y
acordándose de los viejos tiempos que habían tenido juntos, sino de una manera
muy positiva y con la conciencia de “Yo lo voy a conseguir pase lo que pase”. El
siguió haciendo su trabajo de la mejor manera incluso ascendiendo de su
posición, pero sin descuidarse de encontrar la oportunidad perfecta para volver
a verla y poder conversar de lo sucedido y comenzar su relación desde cero.
Florentino además de
ser una persona extremadamente paciente era una persona muy obsesiva con sus
objetivos y específicamente en el amor. «…hasta cincuenta y un
años, nueve meses y cuatro días después, cuando le reiteró el juramento de
fidelidad eterna…»[2]. A lo largo de todo el libro se da a conocer que Florentino estaba
obsesionado con Fermina, ya que le escribía muchísimas cartas de amor con
poesía, la miraba desde fuera de su casa mientras tocaba el violín y estudiaba
todo lo que se relacionaba con Fermina hasta llegar al punto de contar los años
desde que Fermina lo rechazó, buscando una ocasión para volver a hablarle. Lo
que hoy en día, en mi opinión, sería un acto algo psicópata y descabellado por
su parte, además de un acto poco maduro, por el hecho de no poder olvidarla y
seguir adelante.
«Fermina, he esperado
esta ocasión durante más de medio siglo, para repetirle una vez más el
juramento de mi fidelidad eterna y mi amor para siempre»[3].Florentino fue una persona con una paciencia admirable
ya que esperó más de cincuenta años a que el marido de Fermina falleciera para
poder declararle su amor nuevamente. Esta acción requiere mucho valor y
valentía, ya que desde mi punto de vista está faltándole el respeto a Fermina y
es un acto sumamente egoísta ya que él pensaba en sus propios intereses en una
situación tan importante para Fermina como el funeral de su marido. En todo el
relato se puede apreciar la paciencia que tenía Florentino, como cuando esperó
la respuesta de Fermina a su primera carta, o cuando esperó la situación
adecuada para hablarle cara a cara por primera vez, además de la vez que lo
rechazó en el mercado.
«Hoy, al verlo, me di
cuenta que lo nuestro no más que una ilusión»[4].
Si me hubiera pasado lo
mismo que a Florentino, yo me olvido de ella y sigo mi vida, pero este, aun
habiendo sido rechazado siguió pensando en ella todos los días de su vida
esperando la ocasión para su reencuentro, lo cual me parece un acto de
inmadurez gigantesco ya que a mucha gente le pasa lo mismo que a Florentino, y
aunque cueste, logran olvidar a esa persona y avanzar en su vida, en cambio,
Florentino nunca puede olvidarla y fue capaz de esperar más de medio siglo para
poder conseguirlo. Si bien este acto tiene muchas cosas positivas como la
valentía y paciencia que tuvo para poder llevarlo a cabo, también es algo que
no pudo superar y seguir avanzando en su vida con normalidad.
En conclusión Florentino Ariza amaba
obsesivamente a Fermina Daza hasta el punto de poder esperarla pacientemente
cincuenta años, a pesar de que este era una persona sumamente egoísta e
inmaduro con respecto a su amor lo cual no es una actitud muy común hoy en día,
inclusive puede llegar a ser todo lo contrario,
Estoy de acuerdo contigo al decir que Florentino Ariza es un personaje muy particular, por su paciencia e inmadurez. Me gustaron tus argumentos, pero me hubiese gustado que agregaras en como le afectaba a Fermina la personalidad de Florentino, o en general en el desarrollo de la historia.
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