"Mentiras para calmar el alma"

Por: Teresa Rocha

El amor es un sentimiento que nos puede llevar a todos a la locura y hacernos reaccionar de distintas formas, y quizás estas a veces no son las mejores o las más adecuadas. Es así como Florentino toma una postura indiferente al tema, se vuelve cretino y se convierte en un personaje promiscuo como método de defensa al no poder estar con la mujer que ama; Fermina.

La historia entre Florentino y Fermina comienza cuando él se enamora perdidamente de ella y no encuentra nada mejor que sentarse afuera de su casa durante meses sólo para observarla y admirarla «esa mirada casual fue el origen de un cataclismo de amor que medio siglo después aún no había terminado» (pp. 35), pero desgraciadamente, este amor no era del todo correspondido, por lo que Fermina se va. Sin embargo, ambos se siguen mandando cartas sin parar hasta que Fermina se da cuenta que la relación que llevaba con Florentino no existe ya que son prácticamente desconocidos. Él, devastado, pero con el mismo amor hacia esta mujer, decide mantenerse virgen y puro para ella.

Sin embargo, al tiempo después, Florentino conoce a Rosalba, quien se convertirá en la mujer que le quita la virginidad, es aquí cuando él se da cuenta que teniendo relaciones sexuales se olvida momentáneamente de Fermina y esto es lo que lo atrapa y lo que se va volviendo en su mayor distracción. Así es como empieza a acechar calles, muelles y tranvías en busca de mujeres para seducirlas y luego acostarse con ellas. No puedo notar si Florentino sentía culpa o remordimiento alguno al comenzar esta morbosa y oscura aventura, pero lo que sí puedo decir es que algunas de las mujeres con las que se acostaba lo trataban de convencer que igualmente era un tipo de amor lo que pasaba entre ellos «amor del alma de la cintura para arriba y amor del cuerpo de la cintura para abajo» (pp. 124)  «-estas cosas- le dijo- sólo pueden hacerse por amor» (pp. 40). Quizás esto era lo que le facilitaba el camino para seguir haciéndolo, ya que se sentía más cómodo por las palabras de estas mujeres.

Con esta aventura que él va teniendo, me puedo dar cuenta que la visión romántica de este hombre está completamente alejada de la realidad, ya que él cree profundamente que si expresa sus mentiras con seguridad se transforma automáticamente en la verdad. Y es así, la gente le cree sus oscuras mentiras,  y la verdad es que hasta él mismo se las cree, como lo que pasó con Fermina cuando le declaró seguir siendo virgen siendo que la realidad es que se había acostado con 622 mujeres. «Es que me he conservado virgen para ti» (pp. 213). No obstante de sus mentiras, para Florentino perder la virginidad es acostarse con Fermina, por lo que por un lado considero que él sí creía que esto era verdad.

Todo lo anterior  me lleva a cuestionarme la naturaleza del amor y como afecta a las distintas personalidades que existen; si Florentino estaba tan entregado y dedicado a Fermina como dice estarlo, ¿qué es lo que le llama tanto la atención de acostarse con mujeres distintas cada día? ¿cuál es su filosofía acerca del amor? Quizás sólo sea un método de defensa al no poder estar con ella, pero nada logra responderme por qué cree él que lo que hace está bien y como tiene esa facilidad de creerse sus mentiras.

No obstante,  Florentino persiste en su idea de estar con Fermina aún sabiendo que ella estaba casada. Al tiempo después él se entera de que Juvenal, el marido de Fermina, había fallecido y dada la situación decide ir directamente al velorio del doctor. Ahí es cuando le declara su amor, teniendo la respuesta pensada claramente hace cincuenta y tres años, siete meses y once días.

¿Es posible amar el alma de una persona y el cuerpo de muchas? ¿Florentino fue realmente infiel, si él creía lo contrario?