Influencias De Familia

Por: Sarita Aranda y Berni Rodríguez

A medida que vamos creciendo, nuestros padres nos van inculcando enseñanzas las cuales con el pasar de los años las consideramos “costumbres”, estas nos muestran cómo debemos comer hasta las cosas que debemos  hacer para poder ser una mejor persona en la sociedad. Con el tiempo se nos van enseñando diferentes “elementos” los cuales al igual que una esponja vamos absorbiendo poco a poco; esto comienza en la niñez, cuando nuestros padres nos enseñan a decir “por favor”, “perdón”, “gracias”, etc. Cuando ya somos un poco más autosuficientes nos enseñan lecciones de vida las cuales debemos tomar en cuenta, una de las más relevantes es el “el consumo de drogas”, sus efectos y como debemos prevenirlas,  pero  ¿podemos decir qué las  relaciones familiares influyen en el consumo de drogas en adolescentes?

La comunicación entre padres e hijos es fundamental, esta marca el tipo de relación entre ambos y por lo tanto la confianza que se tiene, si no se tiene una buena comunicación independientemente de la situación, ya sean problemas familiares o rebeldías, el hijo en cuestión logrará no poseer la confianza de sus padres y hará lo que se le dé la gana, sin cuestionarse si a sus padres les es importante su propia salud o no. En el libro “Campo de fresas” de Jordi Sierra i Fabra  podemos ver diversos casos en donde esta supuesta “confianza” se es puesta en juego. “—Estoy bien, mamá. No he bebido. Parecía no creerle. Se le plantó delante, mirándolo de hito en hito. No tuvo tiempo de mostrarse enfadado por la falta de fe materna, ni de protestar o tratar de capear el temporal al que, por otra parte, ya estaba habituado…. (pág 33)”.

Otro factor importante es la “tensión familiar”, que en ese momento se puede estar viviendo. Puede que en ese instante el adolescente se sienta presionado por un acontecimiento en particular gracias a diversos factores, como problemas familiares, estrés, etc. Y que por ese motivo el consumo de drogas sea una válvula de escape para tales tensiones. Igualmente debemos recalcar el hecho de que no siempre el joven busca su “válvula de escape”   a través de las drogas, también lo puede hacer a través de métodos más sanos o incluso peores. En este contexto podemos ver el caso de Loreto, la cual sufría de un trastorno alimenticio severo y que en diversas ocasiones recurría a este, para liberar lo que sentía “Creyó escuchar palabras como «confianza» y fragmentos de frases sueltas como «no presionarla» o «vamos a esperar, nos prometió...».Promesas, promesas. Todas desaparecían al acabar de comer. Entonces quedaba ella, y sólo ella frente a sí misma…. (pág 58)”. En este caso no vemos el uso de “drogas físicas”, sino una más psicológica, referente a la bulimia, la cual con el paso del tiempo al igual que la otras drogas, podrían llevar a la muerte.

También debemos mencionar  que el hecho de que los padres sean el modelo a seguir de sus hijos influye enormemente en el consumo de drogas, ya que estos enseñan lo que es correcto y lo que no, respecto a su perspectiva, por lo que si  muestran que la drogadicción no es controversial, sus hijos “podrían” opinar lo mismo. Por otra parte, si los padres reflejan una actitud que muestra responsabilidad, comprensión, sabiduría; incomprensiblemente sus hijos sentirán lo mismo. “Ahora, a ella, ya no la dejarían salir, ni de noche ni tal vez de día. Y si Luciana moría tanto como si seguía en coma mucho tiempo, sus padres se convertirían en la imagen de la ansiedad, convertirían su casa en una cárcel… (pág 15)

Finalmente podemos concluir, según nuestra opinión que las relaciones familiares afectan enormemente  nuestras decisiones, como es reflejado en este tema “la drogadicción adolescente”. Elementos como la comunicación, la tensión y la enseñanza los podemos ver reflejados en el libro y creemos que son fundamentales, para mostrar que nuestras familias tienen el poder de “influenciarnos” al momento de decidir lo que estimamos conveniente o no.