El Señor de las Moscas” es un libro de recordar, ya que desde el primer minuto capta la atención del lector. Es un libro detallado y lleno de temáticas filosóficas y morales que hacen reflexionar sobre los actos de los personajes, y cómo el ser humano va cambiando su forma de actuar a través de los escenarios que se le presentan. Nos enfocaremos en el líder del grupo (sobre todo Jack, por su fuerte carácter, pero también Ralph aunque en menor medida), para poder explicar la postura adoptada a lo largo de la lectura.
Se desarrollará a lo largo de la columna la siguiente afirmación: “El comportamiento del ser humano depende de su ambiente social y físico” y se defenderá siguiendo los acontecimientos ocurridos en el libro.
En primer lugar, al comienzo del libro cuando llevan poco tiempo en la isla, se comportan de manera civilizada y “normal”. Esto lo podemos ver cuando deciden votar por un jefe: “Roger dio al fin señales de vida y dijo: Vamos a votar” (página 32). Luego, al trascurrir los días, se dan cuenta de que están solos y escapar no será tan fácil, comienzan a imaginar cosas y volverse más salvajes. Las discusiones con poca importancia les hacían perder la razón. De hecho, al final del libro matan a Piggy y estuvieron a punto de asesinar a Ralph, lo que se contradice con el artículo 3 de los derechos humanos, “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.”
Por otro lado, cuando comienzan a tener más hambre, se empieza a hacer cada vez más fuerte la competencia entre los niños. Jack era el más fuerte, por lo que se aprovecha de su liderazgo, llegando a ser muy cruel. Algunas veces ni siquiera dejaba que los niños del otro bando cazaran: “Jack había pensado dejarle en la duda, como una muestra de autoridad…” (Página 105). En este párrafo se ve que se pasa a llevar el artículo 1 de los derechos humanos, el cual postula que “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.
En último lugar, vemos que los niños pierden la libertad de estar con quien quieren, cuando Jack obliga a algunos a pertenecer a su tribu. Esto va en contra del artículo 20.2, el que dice: “Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.” Por otra parte, Ralph también se aprovechaba de su posición de líder para tratar a sus amigos de la forma en que quisiese. Esto se observa en la siguiente cita: “Ralph apartó a Piggy de un empujón. –Yo era el jefe, y vosotros ibais a hacer lo que yo dijese” (Página 100).
Como se puede ver, la posición de líderes de ambos, tanto Jack como Ralph, los hace cambiar radicalmente su forma de actuar, lo que afecta su supervivencia y los vuelve cada vez más “salvajes” y crueles.
Con estos argumentos se puede ver que sí, el ambiente al cual se somete el ser humano sí le afecta y lo cambia sicológicamente y socialmente, incluso llegando a cambiar físicamente (estaban más sucios, ocupaban ropa para cazar, etc). Es por estas razones que debemos preguntarnos como sociedad: ¿somos tan civilizados como creemos, o son las normas que nos imponemos las que nos definen?
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