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viernes, 20 de mayo de 2016

Por: Gabriela Olavarría

La novela “El señor de las moscas” cuenta la historia de un grupo de niños que tienen un accidente aéreo y terminan en una isla desierta. Solo están ellos, no hay ningún adulto ni habitantes en la isla, por lo que deben sobrevivir como puedan. Pero esta historia es más que contar cómo lo hicieron para sobrevivir, sino que tiene un trasfondo muy profundo acerca de la naturaleza humana.

Jack, uno de los niños se autoproclama líder y forma un grupo, los salvajes. No todos lo siguen pero sí los suficientes para formar una comunidad. Mientras otro de los niños, Ralph, insiste en que hay que ser civilizados y buscar una manera racional de sobrevivir y salir de la isla.

En el grupo de los salvajes se violan una gran cantidad de derechos humanos, especialmente relacionados con la política. En primer lugar los artículos 21.1 y 21.3 que dicen relación con la representación de los líderes del pueblo. Jack quiso ser el líder del grupo desde el principio, pero al momento de elegir un líder fue Ralph quien sale electo. Esto hace que Jack desarrolle un odio contra él. Jack es nombrado jefe del grupo de los cazadores y aprovecha ese cargo para crear otro clan, el de los salvajes.

Se instaura  a sí mismo como líder, sin ningún tipo de elecciones de por medio. Además es él quien pone las reglas del clan, cuando alguno de los integrantes desobedece o se resiste ante Jack o Roger, el segundo al mando, son castigados muy violentamente. Esto muestra el carácter dictatorial de la comunidad que construye Jack, donde se violan los DDHH mencionados anteriormente.

Además se viola el artículo  19 de la Declaración Internacional de los DDHH. Con lo mismo que expresé anteriormente, en la tribu de Jack se torturaba a quienes desobedecían o pensaban distinto. La figura de Piggy ilustra de mejor manera este comportamiento. La mayoría de los integrantes de los “salvajes” se burlaba de Piggy, lo encontraban extraño a causa de sus desmayos. En el momento en que Piggy decide enfrentar a Jack y su tribu, yendo al “fuerte” con la caracola y expresar lo que siente, es asesinado por Roger. La libertad de expresión  no existe en esta comunidad.

En la tribu de Jack no existen las libertades personales, mucho menos las políticas, siendo ambas esenciales, según la Declaración Internacional de los DDHH, para un adecuado desarrollo personal y social de todos los individuos.

1 comentario:

  1. Gabriela: me parece correcta la forma de que expresa de lo que el libro muestra ademas estoy concuerdo con que describes en los derechos humanos
    me párese una excelente critica .

    kurt weiner ...2016

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