Un juramento de amor y fidelidad para toda la vida
Por Macarena Gracia y Bárbara Sepúlveda
En un pueblito
portuario del caribe, amenazado por los descontentos de una guerra civil y la
enfermedad del cólera, Fermina Daza y Florentino Ariza protagonizaron una
historia de amor de más de cincuenta años.
En el transcurso de la historia se dio a conocer un amorío lleno de
dificultades e inseguridades.
En este sentido nos damos cuenta del amor incondicional de Florentino Ariza
hacia Fermina Daza.
Florentino Ariza desde el primer instante que vio a Fermina Daza se vio
reflejado el amor que sintió por ella,
basto con solo una mirada para el surgimiento de un amor eterno ya que
según el autor: “una mirada casual fue
el origen de un cataclismo de amor que medio siglo después aun no había
terminado”. Al inicio fue un amor repentino, inesperado y obsesivo, desde que
la vio todos sus pensamientos y acciones giraban alrededor de ella. Le bastaba
solo con observarla sin siquiera aun conocerla para saciar su amor. Esto se ve
reflejado cuando Florentino Ariza todos los días se sentaba solo en el parque
fingiendo leer un libro y la veía pasar cuatro veces al día, mientras escribía una
carta de setenta pliegos de requiebros de amor hacia Fermina Daza y a la espera
de su respuesta, según la madre de Florentino, entro en un delirio en el cual
perdió el habla, el apetito y el sentido de orientación, lo cual termino en
cagantinas, vómitos verdes y desmayos repentinos, todo por la ansiedad del
amor. Transito Ariza, madre de Florentino, por todo lo ocurrido en ese lapso de
tiempo, afirmo que: “los síntomas del amor son los mismo del cólera”.
Para Fermina
Daza fue un amor nacido de la inocencia, curiosidad e ilusión que le causaba un
hombre que no conocía, pero le demostraba su amor de incontables formas, ya que
el hecho de que la amara tanto para esperarla todos los días solo para verla,
para escribirle con tanto sentimiento, pasión y locura, la llevaron a terminar pensando en Florentino como nunca se hubiera imaginado,
presintiéndolo donde no estaba, deseándolo donde no podía estar, despertando de
pronto con la sensación física de que él la contemplaba mientras dormía. Los dos eran participes
de una locura de amor inimaginable.
Por
otro lado, Florentino Ariza fue poseído por el amor y todo para el giraba en torno a la imagen de
su amada, así en el momento que comienzan una relación
mediante cartas, nos damos cuenta de un amor tan fuerte y obsesivo, ya que
Florentino Ariza escribía todas las noches cartas mas extensas y lunáticas que
la madre llego al punto de alarmarse por su salud. La madre gritaba: “te vas a
gastar el ceso, no hay mujer que merezca tanto”. También nos demuestra gran
admiración hacia ella, en ocasiones tocaba el violín desde una montaña donde el
viento soplaba en dirección a Fermina Daza y así, según él, “la diosa coronada”
escucharía el ardor de su corazón y sabría que seguía amándola. Tal punto era
la admiración hacia ella que Florentino compró un espejo y lo colgó en la pared
de su habitación, solo porque Fermina había estado contemplando su imagen más
de dos horas en el.
En el momento en
que Florentino Ariza y Fermina Daza se encuentran, después de más de 5 años de
en los cuales se enviaron cartas de amor, Fermina aclara no haber sentido la
conmoción del amor si no el abismo del desencanto: “hoy al verlo me di cuenta
que lo nuestro no es más que una ilusión”. Es aquí donde surge el concepto de
amor incondicional y eterno de parte de Florentino, donde es capaz de esperarla
más de medio siglo sin dejar de pensar en ella ya que a pesar de que Fermina
comienza una nueva vida junto a otro hombre, el Dr. Juvenal Urbino, y formo una familia la cual era envidiable,
Florentino no rompió su juramento de amor y dedico todo su vida a recuperarla.
Así tomo la determinación de ganar prestigio y fortuna para merecerla y el
hecho de que estuviera casada no era un inconveniente ya que el afirma “el Dr.
Juvenal Urbino tiene que morir”, y así lo demuestra en el transcurso de todo la
obra siendo capaz de esperarla toda la vida y en el día de la muerte de Juvenal,
Florentino Ariza le aclara una vez más a Fermina diciendo: “eh esperado esta
ocasión durante más de medio siglo, para repetirle una vez más el juramento de
mi fidelidad eterna y mi amor para
siempre”.
En conclusión,
en el transcurso de todo el libro nos damos cuenta como Florentino refleja su
amor incondicional, con incontables acciones de amor hacia Fermina, las cuales
fueron demostradas a lo largo de mas de medio siglo a la espera del amor correspondido.
en mi opinión, el comentario desarrollado por mis compañera fue bueno, ya que, denuesta todo lo que hizo Florentino para finalmente estar con su amada a pesar de las barreras, también como un el amor puede tener síntomas tan parecidos al cólera que de vez en cuando se confunde con el cólera, en conclusión la reflexión propuestas por mis compañeras estaba muy interesante.
ResponderEliminarEn mi opinión, el trabajo empleado por mis compañeras, me pareció muy interesante, ya que muestra detalles como el del espejo que es muy buen ejemplo para el texto empleado, también agregaron detalles que logran resaltar el amor de Florentino hacia su amada.
ResponderEliminar